El buceo de corrientes es fantástico, increíble, como volar en medio del océano. De hecho, es la forma de buceo más común en Cozumel y la practicamos todos los días en Dressel Divers. Basándonos en nuestra experiencia, escribimos el artículo «Buceo a la deriva: 5 tips para disfrutarlo al máximo«. Pero hoy vamos a hablar de buceo en corrientes verticales, un tipo de corrientes subacuáticas que ningún buceador busca. A estas te las encuentras.
Recuerdo una vez buceando con mi esposa en Sharm el Sheikh, Egipto. Concretamente, estábamos haciendo buceo de corrientes en el Yolanda Reef. Allí hay una grieta que da la vuelta a Ras Mohamed. Ras Mohamed es una pared que baja a 800 metros prácticamente a cuchillo. Cuando llegamos a la grieta, había como 5,000 grandes peces rojos parados en la boca de la hendidura. ¡Qué espectáculo! Nos quedamos tan impactados que no nos dimos cuenta de que la corriente se partía en dos: una corriente ascendente y otra descendente. Fue enfilar por la grieta y «¡Uuuuhhppss!» nos engulló. En un abrir y cerrar de ojos el profundímetro indicaba 40 m./130 ft. En ese momento miro a mi esposa y levanto el pulgar: «¡Para arriba!». Aleteamos para ascender, consultamos el profundímetro: 40 metros igual.
¡Qué te he dicho que ascendamos! – Le digo por señas.
Ya lo sé, ¿qué te crees que hago? – Responde por gestos.
Sí, las parejas tenemos el don de discutir debajo del agua. El caso es que, por mucho que aleteábamos para ascender, no nos movíamos. Al final, nos agarramos a la pared de coral. Literalmente, salimos de allí escalando.
Ese día aprendimos que:
No podemos olvidar que las cosas pueden cambiar debajo del agua.
Las corrientes verticales son uno de esos cambios inesperados.
Conocer por qué se producen te ayudará a preverlas y a evitarlas.
Saber cómo reaccionar si alguna vez te encuentras en medio de una corriente descendente o ascendente te ayudará a salir de ellas sin percances.
Por eso escribimos este artículo.