¿Campamentos de buceo para chavales y adolescentes? ¡Si yo los hubiera tenido de joven!
Si por algo se caracterizaban mis vacaciones es porque me separaba de mis compañeros del colegio. De repente tu mejor amigo partía a ese lugar maravilloso llamado “EL CAMPAMENTO” y no le veías hasta septiembre.
Cuando volvía del “campamento”, te ponía la cabeza como un bombo y no paraba de contarte anécdotas: había hecho excursiones, se había quedado toda la noche despierto al raso, se había enamorado…
Si los que se iban, se habían pasado el día en la naturaleza, los que nos habíamos quedado en la ciudad hacíamos actividades de interior: consola, cines, piscina y si tenías suerte, trabajar en un centro comercial todo el verano. Si no, pues en casa.
¿Te imaginas que yo hubiera podido ir a un campamento de buceo? ¡Eso sí serían anécdotas buenas! Como las que cuento ahora cuando vuelvo de mis viajes de buceo. Así que, a mis hijos, que son dos enamorados del SCUBA, esperan con impaciencia poder disfrutar del campamento de buceo. Y yo feliz, sabiendo que van a vivir aventuras maravillosas.
Los campamentos de buceo tienen un tacto esponjoso a neopreno mojado. Su alma se alegra como un pajarillo cuando cambian el runrún tedioso de la ciudad por el sonido de las burbujas ascendiendo a la superficie. Los miedos superados. El aroma a tiempo detenido en los intervalos de superficie. Las risas del campamento de buceo junto a amigos y recuerdos para toda la vida.
¿Qué se hace en un campamento de buceo?, ahora te lo cuento todo y te explico cómo organizarlo todo.