2. ¿Cómo prevenir los dolores de cabeza después de bucear?
2.1. Las 5 preguntas de DAN que ayudan a prevenir dolores de cabeza tras bucear
Como hemos visto, las causas de los dolores de cabeza después del buceo pueden estar relacionados con aspectos tangenciales al buceo sin una relación directa con la actividad subacuática más maravillosa del mundo. (¡Uy, se me nota demasiado el entusiasmo, ¿no?)
No obstante, si tú eres de los que padecen dolores de cabeza después de bucear según Divers Alert Network DAN es conveniente que, las personas que sufren a menudo de dolores de cabeza después de bucear se haga un auto chequeo consistente en 5 preguntas.
¿He tenido algún problema previo en la cabeza o el cuello?
Es el momento de echar la vista a atrás y pensar detenidamente si hemos sufrido algún problema en la cabeza o el cuello como dolores de cabeza persistentes, o mareos causados por tensión cervical, contracturas, etc.
Presta atención a náuseas, vómitos, sensaciones extrañas, visión borrosa, o incluso parálisis temporal y visita neurólogo experimentado. Las migrañas, por su parte, requieren una evaluación experta. Más vale prevenir que lamentar, ¿verdad?
¿Cómo está colocado tu tanque?
¿Alguna vez has sentido esa molestia en la cabeza después de bucear por la que parece que tiene una tensión en el cogote y tiene el cuello agarrotado? Podría deberse a un culpable inusual: la válvula del tanque. Obviamente, la posición de tu tanque es incorrecta y te has pasado todo el buceo evitando darte con la válvula.
Pide ayuda a algún compañero experimentado o instructor para para asegurarte de que tu cuello no esté haciendo acrobacias extrañas.
¿Dónde se encuentra el dolor?
El dolor es un excelente comunicador. ¿Irradia desde tu cuello, palpita persistentemente en las sienes, siente un remulguillo molesto por toda la cabeza? ¿O quizás se posa sobre tus senos paranasales o tus oídos? Identificar la fuente del dolor puede llevarte a la causa y con ella a la solución.
¿Controlas tu respiración o respiras como una locomotora?
Sabemos que estás orgulloso de ser un buceador y de respirar bajo el agua junto a los peces mientras los demás no pueden, pero hablemos de la técnica que utilizas.
Recuerda que eliminar el dióxido de carbono de tus pulmones es un poco como quitar esa mancha de vino tinto de tu alfombra. Cuanto más grande sea el derrame, más poder de limpieza necesitas. Del mismo modo, los pulmones requieren más aire cuanto más desciendes. Concéntrate en un patrón de respiración constante lento y profundo que te alivia dolores de cabeza.
Tómate un respiro, literalmente. Acepta el arte de respirar despacio y profundamente para asegurarte de que eliminas eficientemente el molesto dióxido de carbono. ¿Respiración entrecortada? No, gracias. Mantén un ritmo suave y constante para una experiencia de buceo serena.
¿Cómo fue el perfil de tu inmersión?
Inmersiones largas o profundas, ascensos rápidos, retener la respiración o, peor aún, apresurarte hacia la superficie impulsado por el pánico, son señales de alerta de un posible EDC (Enfermedad por Descompresión). Aunque afortunadamente es raro, es crucial prestar atención a cualquier síntoma anormal después del buceo. Siempre es mejor priorizar la seguridad.