3. Técnicas de respiración submarina para bucear
3.1. Los principios en los que se basan las técnicas de respiración bajo el agua
Primero, el CO2 es el jugador clave aquí. Necesitamos eliminarlo a la misma velocidad que se produce. Si no lo hacemos, nuestro cerebro gritará a los pulmones que aceleren y respiren más rápido. El objetivo es tener la menor cantidad de CO2 posible en nuestro cuerpo.
Segundo, maximizar el oxígeno en sangre sin sudar la gota. El problema es que a medida que la presión sube, más aire consumimos y mayor esfuerzo para respirar. Controlar el ritmo y respirar lento y profundo es la jugada para evitar cansarnos.
3.2. ¿Cómo entrenamos esta respiración subacuática?
Con estas técnicas.
Respiración diafragmática lenta o abdominal
Esta técnica de respiración subacuática consiste en utilizar el diafragma en lugar de los músculos del pecho. Usando el diafragma llevamos el aire al tercio inferior de los pulmones, con lo que el intercambio de gases es mayor. Es como poner la gasolina directo en el motor.
Esta técnica lleva el aire a los rincones más eficientes de nuestros pulmones y no necesitaremos tanto aire para oxigenar nuestro cuerpo correctamente. Además, ahorras aire como un campeón. Curioso, ¿no? Los psicólogos la enseñan para calmar la ansiedad, reducir la frecuencia cardíaca y relajarse. Menos estrés, menos CO2 que expulsar.
Practicar en la superficie para respirar bajo el agua
Una mano al pecho y otra al abdomen.
Cuenta: 1,2, inhala y nota como se levanta la mano del abdomen, pero ¡Ojo! Que la del pecho no se mueva.
Ahora, aire fuera en 4 tiempos: 1,2,3,4 y siente cómo tu abdomen se hunde.
Las técnicas de respiración que se practican en yoga también tienen sus trucos, enseñan a sacarle el jugo a tus pulmones y reducir el estrés bajo el agua y en superficie.
Técnicas de respiración en apnea nos ayudan a respirar más lenta y profundamente y con ellas a expandir los pulmones. ¿Quieres conocerlas? Te las contamos en el artículo Técnicas de respiración en apnea o cómo aumentar la capacidad pulmonar para bucear.
Así que ya lo sabes para respirar bajo el agua, hazlo profundo, relájate y prepárate para explorar un universo que te dejará sin aliento y llenará tu vida de experiencias inolvidables. Sumérgete, ¡el océano te espera!