Los signos de toxicidad por oxígeno en el buceo, ¿por qué se producen?

Los signos de toxicidad por oxígeno son un riesgo muy grande al que se someten los buceadores comerciales y técnicos en su día a día.

Buceando con la mezcla de aire normal en el buceo recreativo, los niveles de oxígeno no son lo suficientemente altos como para causar problemas, porque los buceadores no solemos ir muy profundo ni estar mucho tiempo sumergidos.

Sin embargo, quienes usan mezclas de gases con más oxígeno (como Nitrox) tienen más riesgo, ya que el oxígeno extra puede ser peligroso si no se usa correctamente.

En este artículo no vamos a darte una solución para no sufrir nunca los síntomas de toxicidad por oxígeno.

Primero porque la única forma de lograr eso es estar formado, usar el sentido común y monitorizar la presión parcial del oxígeno en la mezcla de gases que estás respirando a la profundidad que estés para no pasarse de los límites. Y si te pasas, estarás en riesgo.

Segundo, porque los científicos no lo han logrado. Pero sí han avanzado mucho y eso es lo que te vamos a contar. Porque el conocimiento, siempre hace buceadores más seguros.

En este artículo vamos a saber:

1. ¿Cómo se produce la toxicidad por oxígeno?

Cómo ya comentamos en el artículo Causas de la hiperoxia en el buceo y cómo la evitan los buceadores la toxicidad por oxígeno se produce cuando respiramos oxígeno a altas presiones o durante demasiado tiempo.

Los signos de toxicidad por oxígeno están relacionados con usar oxígeno suplementario o aire enlatado, como:

• Tanques de oxígeno para buceo
• Terapia de oxígeno hiperbárico
• Ventiladores mecánicos en hospitales

Dispositivos que pueden provocar efectos en el organismo derivados del exceso de oxígeno.

Así, el oxígeno del aire es inhalado hacia los pulmones, donde se transfiere a la sangre, la cual lo distribuye por todo el cuerpo para que los órganos y tejidos operen adecuadamente.

No obstante, un exceso de oxígeno puede ser perjudicial para los tejidos. Hay que señalar que la sensibilidad al daño por oxígeno varía entre personas y puede cambiar de un día para otro.

Toxicidad pulmonar por oxígeno

Cuando los tejidos son pulmonares. El exceso de oxígeno podrías causar que los alvéolos, pequeños sacos de aire en los pulmones, se llenen de líquido o se colapsen, lo que interfiere con la función pulmonar y dificulta la transferencia de oxígeno a la sangre.

Toxicidad por oxígeno del sistema nervioso central

La peor parte ocurre cuando los síntomas de toxicidad por oxígeno son producidos cuando el exceso llega al sistema nervioso central.

2. Signos de toxicidad por oxígeno

2.1. Signos de toxicidad pulmonar por oxígeno

• Picazón, quemazón y dolor en el pecho.
• Tos seca.
• Dolor en el pecho
• Dificultad para respirar.
• Pérdida de conocimiento.

2.2. Síntomas de toxicidad por oxígeno del sistema nervioso central

• Síntomas Iniciales (Prodrómicos):
  • Taquicardia
  • Temblores
  • Náuseas
  • Vómitos
  • Mareos y vértigo
• Síntomas Avanzados:
  • Visión borrosa
  • Convulsiones
  • Irritabilidad y cambios en el estado mental
• Síntomas Críticos:
  • Pérdida de conciencia
  • Dificultad para respirar o dolor en el pecho
  • Convulsiones graves

3. Mecanismos que provocan los signos de toxicidad por oxígeno del sistema nervioso central

Lo que va a leer a continuación está basado en las conclusiones de Johnny E. Brian, Jr., M.D., Profesor adjunto del Departamento de Anestesia de los Hospitales y Clínicas de la Universidad de Iowa, recogidas en el artículo Current Thoughts on Mechanisms of Hyperoxic Seizures

Los signos de toxicidad por oxígeno, son difíciles de prevenir, pero en los últimos años se ha avanzado en entender sus mecanismos. Aquí se explica lo que se sabe actualmente:

1. Peróxido de hidrógeno (h2o2) en el cerebro

Hasta el momento se cree que son los radicales libres y las especies reactivas de oxígeno (ROS) como el peróxido de hidrógeno los causantes de los síntomas de la toxicidad por oxígeno.

Te explico cómo: las moléculas están formadas por un núcleo con protones, neutrones, y electrones que giran alrededor del núcleo. Los electrones se organizan de dos en dos, pero hay veces que uno queda desparejado.

Así que el electrón “soltero” va a buscar pareja y no se le ocurre otra cosa que robar la de otro. Esto los hace muy reactivos, porque desestabilizan a otra molécula a la que convierten en radical. Este proceso puede desencadenar reacciones en cadena, afectando especialmente los lípidos en las membranas celulares del cerebro.

Pero, además, el peróxido de hidrógeno (H2O2), que es tóxico, juega un papel clave en los signos de toxicidad por oxígeno.

Y tú dirás, yo no tengo agua oxigenada en mi cerebro. Pues sí que la tienes, lo forman tus células para defenderse de los radicales libres excesivamente reactivos. Generalmente, el cerebro lo controla con ciertas enzimas, pero el exceso de oxígeno puede agotarlas.

Hoy se sabe que el peróxido de hidrógeno aumenta mucho en el cerebro con el exceso de oxígeno, hasta un 700%. Las encimas no pueden con él y el cerebro se intoxica entre otras cosas complicadas de explicar.

1. Las Catecolaminas y el Estrés:

Las catecolaminas son neurotransmisores en el cerebro, como la epinefrina (adrenalina) y la norepinefrina (noradrenalina). Estas sustancias ayudan a regular funciones importantes en el cuerpo, como el estrés y la respuesta al peligro.

Cuando los niveles de catecolaminas son altos, más peróxido de hidrógeno se produce.

El estrés, como el frío, el esfuerzo físico o la deshidratación, puede activar el sistema nervioso simpático, aumentando las catecolaminas (como adrenalina) Esta elevación puede aumentar el riesgo de sufrir signos de toxicidad por oxígeno.

El aumento del CO2 (problema al que están especialmente expuesto los buceadores de reabrather) también aumenta el estrés y activa el sistema nervioso simpático y con él las catecolaminas.

Medicamentos que elevan las catecolaminas, como ciertos descongestionantes, pueden aumentar el riesgo de convulsiones.

4. ¿Qué puede ayudar a reducir los signos de toxicidad por oxígeno del sistema nervioso central?

Vitamina E:

Según algunos experimentos se ha visto que la vitamina E puede ayudar a retrasar la aparición de síntomas de toxicidad por oxígeno.

La vitamina E, que no es otra cosa que un antioxidante, es como un escudo para las células del cuerpo.

Los signos de toxicidad por oxígeno del sistema nervioso central se producen porque muchas moléculas como los radicales libres y el peróxido de hidrógeno causan una reacción en cadena que daña las células, especialmente la grasa en la membrana de las células.

La vitamina E, que se encuentra en la membrana (la capa exterior) de las células, actúa como un «guardián» que las protege.

La vitamina E también aumenta los niveles de encimas en el cerebro, que ayudan a eliminar el peróxido de hidrógeno.

Después de leer todo esto, podrías preguntarte: «¿Qué debo hacer con esta información?». La idea principal es que los signos de toxicidad por oxígeno pueden ser causados por el aumento de las catecolaminas. Estas sustancias aumentan con el estrés, el exceso de CO2 (que es el gas que exhalamos), y el uso de ciertos medicamentos como descongestionantes.

Para evitar que esto suceda mientras buceas:

1. Evita situaciones estresantes: El estrés puede hacer que suban las catecolaminas, así que trata de estar calmado antes y durante la inmersión.
2. Ten cuidado con el CO2: Un mal funcionamiento del equipo, como un regulador que no funcione bien, puede hacer que retengas más CO2, lo que aumenta el riesgo de una convulsión. Por eso, es crucial mantener tu equipo en buenas condiciones.
3. Mantente hidratado y evita los descongestionantes: Estar deshidratado o tomar descongestionantes puede aumentar el riesgo de convulsiones, así que mejor evitarlo.

En resumen, mantén la calma, cuida tu equipo, y ten en cuenta cómo te sientes antes de bucear para reducir el riesgo de sufrir los síntomas de toxicidad por oxígeno.

Nota: Todas las imágenes que aparecen en este artículo pertenecen a sus autores o son de dominio público. Este artículo tiene fines meramente informativos y no se busca obtener ningún beneficio económico de él.