Las técnicas de respiración para el buceo constituyen algunas de las habilidades más interesantes de este deporte ya que no sólo las vas a aprovechar mientras estés sumergido.
La respiración es un ciclo que comienza cuando dejas pasar aire a tus pulmones y termina cuando expulsas el CO2 y otros gases. Teniendo en cuenta que inspiramos y espiramos 21.000 veces al día, (unas 18 veces por minuto aproximadamente) y que cada minuto movemos entre cinco y seis litros de aire, podemos decir que cada 24 horas movemos entre 7.200 y 8.600 litros de aire. Obviamente ya sabes respirar, ahora tenemos que mejorar la técnica.
Controlar el ritmo de nuestra respiración es básico cuando llevas el equipo autónomo. De hecho, es una de las primeras cosas que nos enseñaron en nuestro Open Water Course. ¿Te acuerdas cuál era la consigna? ¡Nunca contengas la respiración! El hecho es que con tu respiración vas a:
– influir en tu consumo de aire;
– controlar la flotabilidad;
– relajarte.
En el artículo 10 Consejos Técnicos De Buceo Para Reducir El Consumo De Aire tratamos en profundidad este punto. Haciendo un pequeño resumen diremos que el CO2 es la principal razón por la que nuestro cuerpo precisa respirar. Necesitamos eliminar las partículas de dióxido de carbono a la misma velocidad que se producen. Si no, nuestro cerebro exigirá a nuestros pulmones que respiren más rápido. Por esta razón nunca debemos dejar de respirar cuando buceamos. Si lo hacemos, se acumulará el CO2 en nuestro organismo. Cuanto menor es el nivel de dióxido de carbono en el cuerpo, menos necesidad de respirar.
El segundo punto en el que se basan las técnicas de respiración para el buceo es mantener la mayor cantidad de oxígeno posible en nuestra sangre con el menor esfuerzo respiratorio posible.
El problema es que a medida que aumenta la presión hidrostática el consumo de aire aumenta con cada bocanada, hay que hacer un mayor esfuerzo y se produce fatiga respiratoria. Para evitarlo tenemos que controlar el ritmo y respirar de manera lenta y profunda.
Esta técnica de respiración para el buceo consiste en utilizar el diafragma para llevar el aire al tercio inferior de los pulmones. En esta parte podemos producir un mayor intercambio de gases. Sin embargo, normalmente usamos los músculos del pecho, con lo que la respiración es superficial.
El valor de esta técnica de respiración para el buceo está en que lleva el aire a la parte más eficiente de nuestros pulmones. ¿Qué significa esto? Que para proveer de oxígeno a nuestras células no será necesario inhalar un volumen de aire tan grande, ahorrando aire en tu botella.
¿Sabías que los psicólogos enseñan esta técnica de respiración para el buceo a sus pacientes con el propósito de calmar la ansiedad? No es de extrañar, porque este tipo de respiración ayuda a disminuir la frecuencia cardíaca y estimula a la relajación. Este aspecto es sumamente útil para nosotros, los buceadores, porque a menos estrés, menor es la cantidad de CO2 producimos.
Esta técnica de respiración para el buceo también se conoce como respiración abdominal, para practicarla sigue estos pasos.
Las técnicas de respiración que se practican en Yoga son muy apropiadas también. Con ellas, aprenderás a usar el diafragma para respirar y así sacar provecho de toda la capacidad de tus pulmones para respirar de manera más eficiente. Con estas técnicas de respiración para el buceo, además reducirás los niveles de estrés bajo el agua y durante tus intervalos de superficie.
Ya conoces un poco más sobre las técnicas de respiración para el buceo, pero si aún tienes alguna pregunta, no lo dudes, contáctanos.
